¿Qué hacer en Recoleta?
Se trata de uno de los barrios más interesantes y atractivos de toda Buenos Aires para organizar paseos y comprender la cotidianidad de los rioplatenses. Sus museos, sus cafés de especialidad, sus parques enormes, sus ferias de artesanías, sus centros culturales y su gran y variada oferta de propuestas para la noche. Todo eso convierte a Recoleta en el barrio top de Capital Federal, uno de los lugares donde se reúnen jóvenes locales y turistas extranjeros para vivir una jornada entretenida e inolvidable.
No vamos a decirte cómo y en qué orden hacer cada cosa, pero sí sugerirte un listado de sitios que prometen y cumplen con el objetivo de divertir, informar y deleitar. Y lo bueno es que cada una de estas propuestas está muy cerca de la otra, dentro del mismo barrio, por lo que podés combinarlas y organizarte de la forma que más te guste.
¡Empecemos!
Qué hacer en Recoleta de día
Recoleta es espectacular, especialmente con la luz del día, cuando sus plazas, museos y ferias culturales toman el protagonismo. Uno de los puntos esenciales es el clásico Cementerio de la Recoleta, considerado un museo a cielo abierto por su enorme valor arquitectónico y artístico. Sus mausoleos, esculturas y pasillos laberínticos ofrecen una postal única de la historia argentina, con figuras como Eva Perón, Victoria Ocampo, Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. Muchos visitantes optan por hacer recorridos guiados para comprender mejor los secretos y simbolismos del lugar.
A pocos metros, el Centro Cultural Recoleta abre sus puertas con una programación siempre renovada: exposiciones contemporáneas, ciclos audiovisuales, instalaciones interactivas y espacios que invitan a la participación, especialmente pensados para un público joven. Allí mismo, la Plaza Francia se convierte cada fin de semana en un punto de encuentro clave gracias a su feria artesanal, donde conviven artistas locales, emprendedores, música en vivo y propuestas gastronómicas al paso.
Otro imperdible del día es el Museo Nacional de Bellas Artes, que alberga una de las colecciones más importantes de Latinoamérica. Con obras de Goya, Rodin, Degas, Monet y una destacada selección de arte argentino, el museo propone un recorrido amplio y accesible, ideal tanto para especialistas como para quienes solo quieren acercarse al arte en un ambiente tranquilo. Su entrada gratuita lo convierte además en una excelente opción para cualquier presupuesto.
La Librería del Colegio de Escribanos, más conocida como El Ateneo Grand Splendid, ofrece otro tipo de paseo: un antiguo teatro transformado en librería majestuosa que deslumbra por su arquitectura, sus frescos y el escenario que hoy funciona como cafetería. Es un plan perfecto para descansar entre recorridos, leer un rato o simplemente contemplar la belleza del edificio.
Qué hacer en Recoleta con niños
Recoleta también puede ser un gran plan para las infancias, que encuentran en este barrio una combinación de espacios verdes, actividades culturales y propuestas educativas. La Plaza República del Perú, frente al Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), es un punto de encuentro habitual para familias que buscan un descanso entre juegos y sombras de árboles. El MALBA, además, suele ofrecer actividades didácticas y talleres pensados para chicos, con recorridos más breves y adaptados a su curiosidad.
El Centro Cultural Recoleta también incluye espacios ideales para los más jóvenes, especialmente durante las vacaciones y fines de semana largos. Sus patios suelen transformarse en escenarios de espectáculos infantiles, performances y actividades participativas. Muchos de estos eventos son gratuitos, lo que los convierte en una excelente opción para pasar la tarde sin necesidad de una gran planificación.
Otro plan clásico para disfrutar en familia es visitar la feria de Plaza Francia, donde los chicos pueden encontrar desde juguetes artesanales hasta actividades participativas que surgen espontáneamente entre artistas callejeros. Caminar por la zona, tomar un helado en alguna de las confiterías cercanas o descansar bajo la sombra de un jacarandá puede ser parte de una tarde completa.
Para quienes prefieran una experiencia más educativa, el Museo Participativo de Ciencias (Prohibido No Tocar), ubicado dentro del Palais de Glace, es una de las opciones más divertidas. Allí, los chicos pueden interactuar con experimentos científicos, aprender jugando y explorar fenómenos físicos de manera práctica. Es un espacio ideal para curiosos de todas las edades, con propuestas sensoriales y estaciones didácticas que invitan a tocar, mover y descubrir.